No sé si para ti será importante, pero para mí es fundamental tener a mi alcance, de la forma más rápida y sencilla, el control de todos mis movimientos respecto a mis líneas móviles. Saber exactamente lo que tengo contratado, acceder a mis datos por si tengo que hacer cambios, tener claro cuánto voy a pagar (¡fuera desagradables sorpresas!) y ver mi consumo de llamadas y datos al instante, poder modificar mi factura o solicitar más servicios... y todo ello por mí mismo y sin tener que recurrir a agentes externos, llamadas, esperas... Todo, desde mi móvil o página web. Más cómodo, sencillo y rápido imposible. ¡Control total!Puedes acceder a tu área de cliente desde la página web o desde la aplicación para el teléfono. Ahí puedes ver tu consumo cada vez que quieras con el detalle de todas las llamadas y su duración así como los datos consumidos.
2) ¡Cuánto más sé, más me gusta!
Una vez insertada la tarjeta SIM había que comprobar que todo funcionaba bien: que la cobertura era buena (cosa que ya sabía porque es cobertura Orange y llega perfectamente al 99% del país), que funcionaban los datos, que podía llamar sin problema, navegar por internet... Todo perfecto, como si no hubiera cambiado nada salvo porque en realidad cambió todo.
1) Ya tocaba cambiar... y ¡qué buena decisión!
Hace unos días, la propia compañía de la que había decidido marcharme me recordaba que llevaba 20 años con ellos. Y así es, ¡qué triste!, que te acabes dando cuenta tras "20 años" de que siempre estás pagando más que muchos y menos que ninguno. No sé si seré una excepción, pero para esto de los cambios de telefonía, ya sea fija o móvil, me cuesta un mundo ("20 años").
Suscribirse a:
Entradas (Atom)